Testimonios

Don José Gálvez

«Ornamento y gloria de su Ciudad Natal, sigue, después de muerto haciendo bien a sus convecinos porque el recuerdo de sus virtudes y la imagen perenne de su vida ejemplar e inmaculada son, para todos los malagueños, una exhortación constante a pasar por este mundo como pasó él, fue discípulo del Divino Maestro, derramando beneficios. Pertransit benefaciendo»

Cardenal Herrera OriaObispo de Málaga

El Doctor Gálvez

Yo le he visto recorrer los despachos oficiales en Málaga para colocar unos niños en un asilo o instalar un nuevo comedor de Caridad. Yo le he acompañado al Hospital Civil para mostrarme una nueva instalación y solicitarme una pequeña ayuda. Jamás, sin embargo, he recibido la visita del Dr. Gálvez para hacerme ni una sola petición que le interesara personalmente.

Manuel García del OlmoGobernador Civil de Málaga

Don José Gálvez y la Diputación Provincial

Yo quiero, como Presidente de la Diputación Provincial, agradecer al doctor insigne el prestigio que con sus servicios ha dado a los establecimientos hospitalarios, prestigio que más de una vez desniveló sus presupuestos, porque don josé, respetuoso con todo y con todos, jamás respetó la limitación de sus salas en la admisión de enfermas, y sobrepasan de cuatro mil las cifras anuales de nacimientos en el Hospital Civil.

Baltasar PeñaPresidente de la Diputación

Gálvez, Alcalde

En el año 1923, cuando ya había conquistado la cumbre de su personalidad científica, la Patria le llma al cumplimiento de un acto de servicio, y acude obediente, posesionándose en la Alcaldía, en la que realiza, sin externo aparato, la labor callada y fructífera, intensamente creadora, que es la norma de su vida.

En su época se realiza la traida de aguas de Torremolinos; se adquieren los terrenos en los que hoy se alza el magnífico Campamento de Benítez; y se acometen decididamente las importantes obras que tres prestigiosos malagueños de la ingeniería española proyectaron en el Plan General de Reformas de Málaga. La cuidad se sanea con la construcción del alcantarillado, se pavimentan calzadas y se ensanchan calles, según requieren las necesidades del tráfico.

Manuel Pérez BryanAlcalde de Málaga

Gálvez, gloria de la Medicina española

Es nuestro propósito solamente considerar a este Gran Hombre desde un sólo punto de vista, de una sóla faceta, «Su Conducta».

¡Su Conducta! ¡Qué difícil es en la vida trazarse una línea recta y seguirla firmemente sin apartarse de ella un solo momento! Consagrarse al bien de sus semejantes, vivir sólo para ello, y darlo todo en beneficio de ese ideal que absorbe todas sus actividades.

¡Málaga honra a tu hijo sin par, porque al honrarlo a él te honras a ti mismo!

José EscassiDecano de la Beneficiencia Municipal

Con admiración y respeto

«Su ejercicio está al integral servicio de la profesión, posponiendo en ella cualquier otro rendimiento que no sea el bien de la humanidad»

Adeodato Altamirano

El Doctor Gálvez, amante de la infancia

Don José, como a aquel otro adalid de la Ciencia Pedagógica, D. Andrés Manjón, no le haestorbado ser un genio para sentir en su corazón las miserias de la parte más ébil de la humanidad, que es la infancia, porque su espíritu ha sabido montarse, por la acción de la Caridad Cristiana, muy por encima de la materia grosera a la que durante años ha estado aplicando con mano de mago su milagroso bisturí. Pero yo diría que, si es de fama nacional la maestría con que éste ha sido manejado, con creces se ha superado en la aplicación del bisturí de la Caridad para con la infancia, bisturí que lo único que raja es el interesado egoismo y el propio bolsillo, para cicatrizar las heridas que este viejo vivio y la falta de compasión cristiana dejaron frescas y aún sangrante en el tierno corazón infantil.

Jesús CorchónDirector de las Escuelas del Ave María

Gálvez, Director del Hospital

Desde su puesto, toda la labor gigante realizada por él nos tiene que parecer sencilla: la construcción del gran quirófano general, del pabellón moderno para los servicios de Neuropsiquiatría, la instalación del completísimo de radiología, ampliación de todos los restantes y creación del de consulta pública… todo no es sino lo que cabe esperar de la recia personalidad de un Gálvez, exaltado a Direción del Hospital.

José Caffarena

Don José Gálvez y la moral médica

Toda su actuación profesional ha estado revestida, lo mismo que su vida privada, de un hondo sentido de dignidad, revarolizando el concepto que el pueblo tiene de la profesión médica. De él se puede decir lo que alguien dijo de los antiguos castellanos: «que trabajaban como si fueran a vivir eternamente, y vivían como si fueran a morir en aquel instante».
Ha sabido hacer de su actuación médica un servicio, cumpliéndolo con alegría y elegancia del que nace señor, en el sentido castizo de la palabra.

Diego Narbona Márquez

Gálvez, Ginecólogo

«No olvidándose jamás que la enferma que se iba aoperar era, no un caso clínico, sino un ser humano complejísimo, cuya parte espiritual, psíquica y somática había que cuidar con el mismo cariño y meticulosidad que un hermano enfermo nos mereciera el Dr. Gálvez, lo mismo en una operación más complicada que en la más sencilla, igual cuando se confía a sus cuidados la más encopetada dama palaciega que cuando necesita sus cuidados la pobre más desvalida de nuestras salas del Hospital Civil, siempre incansable, lo vigila todo, se tiene que convencer por sí mismo o por personas formadas por él y bien probadas, que todo está a punto y bien preparado, y nunca soportó que algo dejara de tenerse a disposición de la enferma, por caro, escaso en el mercado o difícil o trabajoso de conseguir».

Manuel Bustamante

Gálvez, amante de Málaga

En todas las actividades tan varias de la dilatada, por gracia de Dios, vida de Don Jose y toda ella en beneficio del prójimo, destaca como denominador común su amor a Málaga. Sus desvelos pasados, presentes y futuros por este Hospital.

Su obra de auxilio a la Pedagogía cristiana y que tanto contribuye, por su gestión, al sostenimiento de las Escuelas del Ave María.

El Asilo de los Ángeles, del que es la palanca que mueve los resortes que hacen posible su continuación -muchos ignoran que Don José Gálvez, en momentos difíciles recientes, fué de casa en casa pidiendo una limosna para aquellos viejecitos-.

Todos estos detalles, que sumados suponen la actividad de una vida, en la que los paréntesis de su sacerdocio profesional lo constituyen los trabajos y gestiones precisas para conseguir, ampliar, modificar o aumentar mejores de y para Málaga.

José Bello Marín, Farmacéutico del Hospital Civil

Gálvez, médico

Ha salvado con su pericia innumerables vidas de madres y niños, en casos difíciles y desesperados, que dondequiera le han aclamado como su salvador. Prueba: Que en Madrid, con motivo de una manifestación a Primo
de Rivera, presidiendo la Comisión de Málaga com Alcalde que era, a la sazón, de esta ciudad, le aclamaba la muchedumbre prorrumpiendo en gritos: «¡Viva don José Gálvez, salvador de tantas madres españolas!» Era, por entonces, Director de la Casa de Maternidad de María Cristina.

Francisco Herrera

El Doctor Gálvez en su Sanatorio

Él fue allí, como en el Hospital, el eterno médico de guardia, inseparable en todo momento de la enferma que pudiera necesitar de su ayuda; pero si podía ocurrir, como sucedió tantas veces, que hallándose una dama linajuda, que de todo el país acudían a su clínica, en pleno parto, se le avisase que en el servicio hospitalario se había presentado algún caso complicado, y el Doctor Gálvez abandona a su clienta particular en manos de su ayudante, con la consiguiente protesta de la paciente, para trasladarse a resolver el caso más difícil.

José Lazárraga Abechuco

El Doctor Gálvez (1866 – 1952)

Mi primer contacto con el nombre del Dr. Gálvez Ginachero fue el mismo que tantos otros habitantes de Málaga, porque se trata del nombre de una frecuentada avenida de la ciudad, y porque también existe un hospital muy céntrico que lleva el nombre de Gálvez, pero cuando realmente comencé a conocer a la figura humana que había detrás de este nombre, fue durante la realización de una tesis doctoral en la Universidad de Málaga, estudiando la historia del Hospital Civil de esta misma ciudad.
Durante los diez años que se alargó esta investigación histórica, que pretendía conocer el trabajo que desempeñaron los cuidadores en el antiguo Hospital Civil en la primera mitad del siglo XX, siempre se repetía y sobresalía este nombre como un hombre y médico ejemplar en relación con todos los campos del hospital estudiados, finalmente convencida de que su papel en el entonces hospital Provincial San Juan de Dios, actual Hospital Civil, y en la ciudad fue de una gran importancia, y que Málaga no sería la misma hoy si este hombre no hubiera trabajado por ella, decidí hacer un apartado de estudio especial para el doctor Gálvez, es así como llego a conocer en profundidad a esta emblemática figura.
El Dr. Gálvez Ginachero fue un hombre de cualidades excepcionales, de una férrea voluntad, un infatigable y disciplinado, trabajador, con un gran espíritu de sacrificio y renuncia personal, de una gran espiritualidad, y un profundo amor a Dios, reunía las más destacadas y admiradas virtudes de su tiempo.
Gran malagueño trabajó por su ciudad en casi todos los campos, religioso, urbanístico, sanitario, hospitalario, político, deportivo, educacional y social, y representó a su tierra con enorme dignidad ante las más altas esferas de su época.
Un adelantado a su tiempo, defendía sus ideas con gran tesón y actuaba de forma consecuente. Muy admirado, querido y respetado por todos los que le conocieron, su nivel de influencia a nivel local y nacional, fue muy grande y a el le debemos solo en lo respecta a la salud, el gran avance de la atención sanitaria de esta época, sobre todo en el campo de la cirugía y la mejora de la salud pública en esta ciudad, el inicio de la formación oficial del personal sanitario, cuando en Málaga aún no existía la Universidad, y la inmejorable plantilla médica de que dispuso el hospital Civil de Málaga durante la primera mitad del siglo XX.
Su mayor cualidad fue su infinita dedicación altruista y paciencia con todos los necesitados, con los que sufrían, que le respondieron siempre con el mismo afecto.
La prensa malagueña en todo momento se ha mostrado muy respetuosa y elogiosa con la figura de D. José Gálvez Ginachero aunque no fuese prensa conservadora, calificándole en ocasiones de hombre santo, como ocurrió con M. Merchant, periodista que escribió el 20 de abril de 1969 en el conocido Diario Ideal de Málaga, «Hablar de don José Gálvez Ginachero en Málaga es hablar de un santo.»

Silvia Dolores García Barrios
Profesora Titular de la Universidad de Málaga

Gálvez y el Ave María

Como malagueño me siento orgulloso de tener al Dr. Gálvez Guinachero como un cristiano que está camino de los altares. Hoy día se habla mucho en la Iglesia de la santidad en medio del mundo y el Dr. Gálvez nos da un buen testimonio de esta unión fe-vida y del deseo de santidad en el matrimonio, en el ejercicio de la profesión médica  y en la política, los años que estuvo de alcalde de la ciudad.

Como capellán de las Escuelas Ave María de Málaga quiero destacar su intensa labor social. Su mujer dono el terreno para la fundación de la Escuela en el Pasillo de Natera. Esta escuela nació de la necesidad de dar cobijo, alimento y educación a los niños de la calle, que a principios del S. XX deambulaban por las calles de Málaga. Posteriormente constituyó el Patronato y consiguió los terrenos del solar donde hoy día se encuentra la Escuela.

Aprovecho la ocasión para animar al grupo que está trabajando en pro de la Beatificación del Dr. Galvez Ginachero.

 

Rafael Rodríguez Sainz de Rozas, Capellán de las Escuelas Ave María de Málaga

12 opiniones en “Testimonios”

  1. Me encomendé a él hace años cuando me detectaron unos miomas uterinos. Desde entonces con mucha Fe le rogaba que me ayudara y protegiera. El pasado mes de marzo me tuvieron que intervenir quirúrgicamente y me hicieron una histerectomía abdominal. Me encomendé a él en todo momento.Gracias a su protección todo salió muy bien y mis dolencias se han solucionado. Estoy segura que don José me ha ayudado, me ha puesto su mano y me sigue colmando de bendiciones.

  2. En una situación en la que no veíamos fácil solución con nuestros propios medios, tras encomendarnos al doctor Gálvez Ginachero, se produjo el milagro y todo salió perfectamente gracias a Dios.

  3. En el análisis de un familiar nuestro le apareció un marcador tumoral muy alto. Esto presagiaba un cáncer. Nos encomendamos al doctor Gálvez. En posterior análisis seguía dando un valor muy alto. Seguimos encomendándonos al doctor Gálvez con más insistencia. Entonces, previamente a la biopsia, nuestro familiar se hizo un nuevo análisis y el marcador había bajado a niveles normales.

  4. Mi madre me trajo a este mundo en el año 1941, en una pequeña y sencilla casa, en una mañana de otoño, le aatendió como partera la señora Juana que acudió a hora tan temprana dedes casi dos kilómetros. Por suerte no necesitó médico, ya que según dicen yo era poco mayor que un ratócillo. Para mi siguen te hermano, en 1945, también en octubre, igual que mi hermana, la mayor, sí que necesitómi madre acudir al Hospital Civil. ¿Y quiénen le atendió?, pues don José Gálvez Ginachero de quien no supe nada hasta hace pocos años que buscando mis raices genealógicas, encontré sus datos y mucho que leer de su comprometida vida con todo lo que fuese hacer el bien a los demás. Mi madre se encontraba debil, pues era tiempo de «hambruna post guera civil», y don José, después de ayudarle a dar a luz, la mantuvo hospitalizada diez días, hasta que se recuperó. Mil gracias a don José Gálvez allá donde se encuentre su alma, que seguro estará en lugar preferente. Aparte de esto tengo la creencia de que Don José era de nuestra estirpe por el apellido Gálvez, pues sus abuelos eran de la provincia de Córdoba, no lejos de Santaella, lugar en el que hudieron sus raices los Gálvez de Teruel, desde el año 1240, cuando ganaron el Castillo a los musulmanes.

  5. Recibimos una imagen del Dr. Gálvez Ginachero. Tras una complicación de salud nos recomendamos a él y todo se ha solucionado. En agradecimiento publicamos este mensaje en favor de su beatificación. Gracias

  6. Habiendo encomendado a un enfermo en caso muy grave se ha solucionado muy favorablemente, por lo que quedo muy agradecida a su intercesión.

    Pilar P.

  7. Descubro que he omitido el testimonio de otra Hija de la Caridad, natural de Ardales y muy interesada en la Causa de Beatificación en su destino actual en Sevilla.
    Como sabía que había estudiado en el Hospital Civil antes de que nos encontráramos como «Hermanitas del Seminario» en Madrid, en cuanto tuve la ocasión (en Agosto de 2014) traté de que me contara algo. Y me habló de que D. José tenía muy buen «ojo clínico» no solo en relación con las pacientes que atendía, sino también para detectar las auténticas vocaciones para ejercer las profesiones del campo de la Salud. Incluso respecto a las Hijas de la Caridad que llegaban destinadas al Hospital. Pronto descubría si la recién llegada se adaptaría o no al ejercicio de una profesión que requiere un alto grado de vocación.

  8. Cuando llegué a Málaga en 1964 como Hija de la Caridad, destinada a la numerosa Comunidad que prestaba sus servicios en el Hospital Civil de Málaga, habían pasado algo más de 12 años desde el fallecimiento de Don José, pero su halo de prestigio como profesional y como persona entregada, se respiraba en aquella atmósfera con perfume de jazmines y azahar creada por los patios situados entre los pabellones que existían a ambos lados del patio central.
    Por supuesto, las Hermanas que lo habían conocido de cerca lo veneraban.
    Entonces no se me ocurrió pedir y anotar testimonios acerca de un médico malagueño a todas luces tan apreciado.
    Al cabo de los años en 2014, me propusieron que representara a las Hijas de la Caridad en la Asociación que promueve y desea que llegue a ser proclamado Beato y, hasta Santo, si el Señor así lo quiere, a fin de que sea un referente para los cristianos laicos y, muy en especial, para los profesionales de la salud y para los enfermos, a los que sirvió generosamente.
    Así que me propuse obtener algún testimonio o anécdota a través de Hijas de la Caridad que lo conocieron.
    La verdad es que no me ha sido fácil. Pero he podido conectar con tres contemporáneas del Dr. Gálvez Ginachero. Una de ellas, trabajó como enfermera en Cirugía del Civil en la Sala de los Dres. Antonio y Juan Pedro Luna (incluso cuando las hermanas dejamos las dependencias que ocupábamos para ampliación de los Servicios del Hospital y seguimos trabajando como externas), se llama Sor Margarita y tiene más de 90 años. Cuando la visito en nuestra Comunidad de Granada se alegra mucho de todo lo que le refiero y –aunque no trabajó directamente en los Servicios de Ginecología y Obstetricia – , corrobora lo anteriormente referido acerca de la veneración hacia quien fuera Director del Hospital cuando ella era hermana joven.
    A su vez, Sor Nieves Sánchez Marín, antes de entrar en la Comunidad tuvo ocasión de conocer al Dr, Gálvez ya que hizo su carrera de Enfermería en la Escuela del Hospital Civil.
    Conocida es la preocupación del Dr. Gálvez por la asepsia. Y al respecto, me contó Sor Nieves su interés en que enfermeras y alumnas fueran cuidadosas en aplicar todas las normas de asepsia. Y un día que una de ellas, al destapar la bombona de gasas estériles en el Quirófano, la dejó de manera incorrecta (de modo que no podrían ya considerarse estériles), D. José, enfadado, apartó la bombona dándole con el pie …
    Ante eso, la alumna se permitió comentar en voz baja: “Y eso que es de Comunión diaria”
    Don José lo oyó y comentó a su vez algo que venía a dejar claro gracias a qué había sacado fuerza para dominarse y no descargar su enfado en la persona que se había descuidado en algo tan importante. Y es que él había conseguido reducir la mortalidad materno infantil aplicando escrupulosamente todo lo que ayudara a evitar las infecciones puerperales.

  9. Doy gracias. Cayo en mis manos una imagen del doctor. Ore para pedir por mi familia, en especial por mi hijo. Y la situacion esta cambiando para mejor.
    Gracias.

  10. Tengo 72 años, siempre he conocido la Avda. del Doctor Glálvez Ginachero, mi padre me comentó hace muchos años una anécdota ( no si si cierta o no) de que D. José quería que las ventanas del hospital estuvieran abiertas para renovación del aire de las salas y como a veces no se cumplia, un día cogió un martillo pequeño y rompió varios cristales, era su forma de decir las cosas sin regañar.
    Ha sido un gran bienhechor de Málaga, un doctor eminente, buen cristiano y un hombre de bien.

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