( Conferencia de D. Sebastián Rivas Briales.
Málaga, 12 de abril de 2018)
No esperaba que mi conferencia fuera a pronunciarla ante el Santísimo, por eso el primer saludo es para el Señor, por Su presencia aquí ante nosotros. Pidamos al Espíritu Santo que lo que yo haya escrito sirva para beneficio de Vds., y también para mí mismo.
Me sobrecoge encontrarme ante Vds., en un lugar sagrado, donde una vez al mes hago mi adoración nocturna y durante el día está siendo adorado el Señor solemnemente expuesto en la custodia por tantos fieles. Como ya ha dicho D. Felipe Reina, en este lugar se forman adoradores e incluso hay un proyecto para Adoración Perpetua. Hoy mismo han tenido una reunión con la Hermana para ir formando grupos de adoración diurna. Hace un mes se han tenido 24 horas de puerta abierta y muchos se han comprometido a un turno de una hora para adorar al Santísimo, incluso, en las horas difíciles de la noche, y con la asistencia de dos sacerdotes, cada hora, para administrar el sacramento del perdón. Es decir, hay una espiritualidad eucarística aquí en el centro de Málaga, en el corazón de Málaga.
Un saludo especial a los nietos del Dr. Don José Gálvez Ginachero, aquí presentes, García-Morato Gálvez, Haya Gálvez y Gálvez Petersen que tienen que sentir una gran emoción cuando ven que la Causa de beatificación de su abuelo, ya siervo de Dios, va hacia adelante. También he de resaltar la labor ingente del postulador de la Causa don Francisco García Villalobos que coordina todo el proceso, y a los componentes de la Comisión, entre los que también pertenecen sus nietos. Algunos de los miembros de la Comisión han trabajado con gran tesón y profesionalidad en la investigación de los documentos que han recopilado, y, ahora se proyectan actividades para que la figura de don José vaya siendo cada vez más conocida y admirada.
Saludo, también, a todos los presentes y mi agradecimiento por la delicadeza en oír lo que voy a comentar de D. José.
Cuando el Presidente de la Adoración Nocturna Española en Málaga me encargó que hablara ante ustedes sobre “Don José Gálvez Ginachero y la Adoración Nocturna”, me impresionó y me sigue impresionando la responsabilidad de ocuparme en exponer algo sobre la vida de aquel señor que conocí en mi juventud y que me impactaba por su porte que invitaba al respeto por algo especial y muy difícil definir: la unción de la espiritualidad que tienen las personas inundadas de Dios. Él vivía en la calle Císter, enfrente de la Catedral, por el Patio de las Cadenas o Patio de los Naranjos, como bien saben todos. Recuerdo su coche Fiat 1000 y el Topolino de su hijo, también ginecólogo, a quien cariñosamente llamábamos Pepito Gálvez y que falleció a temprana edad.
Con relativa frecuencia yo iba a esa casa por vivir allí su nieto y amigo mío Carlos Haya Gálvez y yo en la misma calle en el primer piso del edificio de la calle Cister donde se encuentra el restaurante El Jardín.
Voy a introducir una anécdota en que interviene la familia de mi mujer. Don Balbino Santo Olivera, Obispo de Málaga, al tener que salir para Tánger en 1936 le encomendó a la madre de mi mujer que protegiera a su hermana que se quedaba en Málaga, por lo que recurrió al siervo de Dios don José Gálvez para pedirle ayuda y la admitió en el sanatorio camuflándola como si fuera enfermera, poniéndole una bata blanca, con lo que don José corría gran riesgo de ser delatado, pues sabemos que en esos difíciles momentos de persecución de la Iglesia Católica en España, fueron asesinados 160 sacerdotes y seminaristas en esta diócesis, y muchos más los seglares solo por el hecho de ser católicos, entre otros el presidente de la Adoración Nocturna de aquella época.
¡Cuántos pasarán por los jardines de la Catedral, frente a su casa, y verán el busto de don José..,! Pensarán que es un personaje del pasado de nuestra ciudad, sin interesarse quién fuera y cuál hubiera sido su vida. Los que se acerquen a ese busto, leerán: “Al doctor Gálvez Ginachero, insigne malagueño que consagró su vida al servicio de España, de la ciencia y la caridad cristiana” y…, nada más. Otros, sabrán que desde el río Guadalmedina al Hospital Civil hay una avenida con su nombre. También en el mismo hospital hay otro busto suyo y…, se acabó la historia, no saben más de él.
Don José Gálvez no es un personaje que pertenece al pasado lejano, pues muchos de los presentes le habrán conocido e incluso habrán venido al mundo gracias a su intervención como ginecólogo. Don José nace el 29 de septiembre de 1866 y pasó al Padre el 29 de abril de 1952, por lo que es de nuestra época o al menos de los que somos mayores.
Podría hablar de las muchas facetas de la vida de don José como insigne ginecólogo, alcalde de nuestra ciudad, protector de la escuela del Ave María, Salesianos, Asilo de los Ángeles, director del Hospital Civil y del Noble. Pero como en otras intervenciones se han ocupado u ocuparán de sus actividades en los diferentes aspectos citados, ahora me piden que hable de su vida y su actividad en la Adoración Nocturna, que yo amplío a su vida como hombre impregnado de la Eucaristía.
Es notorio que cuando alguien tiene muchas obligaciones, siempre le cabe alguna más, y quien tiene tiempo sobrado no puede asumir ninguna otra. Los motivos son muy diferentes entre los que trabajan mucho, pues hay quien lo hace en exceso por vanidad, ambición, obsesión…, e incluso con apariencia de que se hacen cosas en beneficio de los demás, cuando es en el suyo propio. Diferente es cuando la entrega es por Dios, pues entonces, es totalmente real que el beneficio es exclusivamente para el prójimo. Así fue en el Dr. Gálvez, como bien indica la inscripción antes citada en los jardines de la Catedral: “y la caridad cristiana”.
Esto es lo que le ocurría a don José, que entregado por completo a Dios parecía que para él, el día tenía 48 ó más horas, ya que realizaba muchas actividades en beneficio de los demás, en su profesión como ginecólogo y fuera de ella. Por lo que, pese a sus muchos compromisos, también tenía tiempo para pasar la noche arrodillándose ante el Santísimo Sacramento y adorarle, pues era adorador nocturno, y no solo adorador sino también Presidente Diocesano de la Adoración Nocturna Española en Málaga, renunciando a este cargo por las muchas tareas diurnas que requerían su presencia e incompatibilizaban con sus abundantes responsabilidades, pues hay otros muchos trabajos diurnos que realiza un Presidente, como es lógico, y los que han sido Presidentes lo saben.
En el año 1915 ingresó en la Adoración Nocturna con el compromiso de hacer la adoración una vez al mes, pasando pronto a honorario por sus muchos viajes y ocupaciones profesionales, pero en 1930 volvió a ser adorador activo. Pues, quien se inscribe en la Adoración Nocturna se compromete a hacer la adoración por la noche una vez al mes y en las vigilias de Jueves Santo, Corpus Christi y Difuntos. Cuando por diversas circunstancias no puede cumplir con ese compromiso, puede abandonar la Asociación o continuar en ella como honorario, permaneciendo en contacto. Tenemos adoradores en esa situación por diversos motivos y más entre los mayores que se encuentran impedidos por enfermedad.
Decía, que don José una vez que pudo hacer sus adoraciones mensuales, volvió a ser adorador activo en 1930, y en la época difícil por el odio a la religión católica de 1931 asumió la responsabilidad de aceptar la presidencia diocesana hasta que hubo que suspenderla durante un año por las revueltas constantes, aunque paulatinamente se fue reorganizando bajo su presidencia.
En 1936 la Adoración Nocturna quedó totalmente suspendida y tras finalizada la guerra civil, volvió a restaurarse en 1941, nuevamente bajo su presidencia. En la Vigilia del Corpus del 10 al 11 de junio de 1943 renunció a esa responsabilidad, al mismo tiempo que recibió el distintivo de Veterano, que es cuando se han hecho 125 vigilias.
La Adoración Nocturna, es una asociación de fieles de la Iglesia Católica que se fundó en París en el siglo XIX y se extendió por todo el mundo y el Venerable don Luis de Trelles y Noguerol, abogado de Galicia, la introdujo en España, como presidente Nacional de la Adoración Nocturna Española. Él vino a Málaga para fundarla en 1883 celebrándose la primera vigilia de adoración en la iglesia de San Julián.
Con el nombramiento de san Manuel González García como obispo de Málaga hubo un resurgimiento de la Adoración Nocturna en nuestra Diócesis, pues nos cedió espacio en el Palacio Episcopal para que se tuviera una capilla y sede para el Consejo Diocesano, capilla y todo que desapareció con la quema del palacio episcopal, pero nuevamente nos la habilitó don Balbino Santos Olivera cuando se reedificó el palacio.
En aquellos tiempos la adoración se comenzaba al anochecer en la secretaría para tras la invocación al Espíritu Santo, comentar un tema de reflexión. Luego se pasaba a la capilla y se rezaba las Vísperas del Oficio Divino y posteriormente se turnaban los adoradores y así cubrir toda la noche y de madrugada, a las 6:00, el sacerdote, director espiritual del grupo de ese día celebraba la santa Misa, y rezo de Laudes. Los adoradores que esperaban su turno para hacer la hora de adoración pasaban a la secretaría donde había unos sillones de mimbre para descansar e incluso algunas literas para poder echarse y esperar a ser llamados. Y a las 6 de la mañana se celebraba la Santa misa y se rezaba Laudes.
En la actualidad, al no tener capilla propia, (hemos pasado a tener sede en otro lugar, en el Postigo de San Juan) se hace en las parroquias. Solemos iniciar de 21:30 a 22:00 horas y finalizar sobre la 1:00 de la madrugada, aproximadamente, de la madrugada. La celebramos como antaño, con algunas variaciones: comenzamos con la invocación al Espíritu Santo, alguna reflexión, y ahora tenemos la Misa al principio y rezamos Completas en vez de Laudes pues ya no estamos celebrando la mañana sino que le rezamos al Señor antes de irnos a dormir.
El ser adorador nocturno, es una vocación que se recibe del Señor, por lo que nuestra asistencia solo es el cumplimiento a ese llamamiento, y dado que se realiza en las horas en que los demás descansan, permite a quienes tienen muchas ocupaciones durante el día poder asistir una vez al mes a este encuentro personal y comunitario con el Señor en representación de la Iglesia orante. Es lo que dijo el Señor en Getsemanit en la noche al comienzo de su Pasión: “Velad y Orad”. Y, ahí estaba Don José, velando y orando.
El encuentro personal con el Señor le atraía a don José desde su juventud y posteriormente, al ejercer su profesión, por las mañanas es lo primero que hacía al llegar, ir al Sagrario de la capilla del Hospital Civil o en sus visitas a la iglesia de los Salesianos. Ese encuentro personal con el Señor, en silencio, en la actitud de escucha le iba transformando y sensibilizando el corazón.
Hemos clausurado hace poco el “Año de la Misericordia” y el pasado día 1 de este mes, el “Domingo de la Misericordia” aunque la misericordia nunca finaliza. Es providente que en el día de hoy hablemos de don José, quien fue forjando su corazón a los pies de Jesús presente en el Santísimo Sacramento y adorándole, dándole gracias, reparando y pidiendo por todos sus enfermos y sus actividades en bien de todos. De estas adoraciones mensuales por la noche, en los ratos diarios por las mañanas ante el Señor, además de la recepción frecuente de la Comunión hizo que se fuera eucaristizando y entregarse más y más a los demás. En unos momentos como María escuchando a los pies del Señor, y en otros como Marta poniendo en práctica las enseñanzas recibidas de Corazón a corazón para verterlas en el prójimo, y en su profesión, atendiendo a las mujeres más necesitadas con la misma dedicación que a las pudientes.
En su cuaderno privado de notas se encuentran pensamientos de gran profundidad espiritual y unión íntima con el Señor y su acción en continuo servicio, lleno de la virtud de la esperanza, como algunas de las que cito:
–No te preocupes por el qué dirán, piensa en lo que juzgará Dios.
-Vanos y estériles son los trabajos que no tienen por guía y norte al Señor.
-Quiere el Señor concedernos sus gracias, pero sólo las da a aquel que las pide.
-El que ruega se salva; el que no ruega se condena.
-Pide por tus difuntos, por tus maestros, por los compañeros, por los tuyos, por los enemigos.
Sobre la virtud de la caridad, anota:
–Ayuda al prójimo con caridad.
-No puedes ir al cielo por el camino de las comodidades y del egoísmo. Has de hacerlo todo por el camino de la caridad y mortificación.
-No te contentes con buenos propósitos. Realízalos.
-Agradece al Señor sus beneficios y favores. Procura no olvidarlos. Prepara otros ejecutando la caridad con el prójimo.
-Haz el bien que puedas, aun aquel al que no estás obligado.
Sobre la fortaleza:
-El padre de familia ha de dar ejemplo y servir de modelo en todo lo que sea servicio de Dios.
–No dejes nada bueno que hayas empezado. Pide al Señor constancia.
–No cedas lo más mínimo a los malos impulsos.
-No dejes de hacer lo que debes por respetos humanos. Procura la gloria de Dios.
-Acepta con humildad lo que Dios te mande en todo orden de cosas, que si tu disposición es buena en todo resultará su mayor gloria y tu mayor bien.
Sobre la humildad:
-Se humilde y pide humildemente al Señor que te salve.
-Limpia tus acciones de toda mezcla mala.
-Vive tan limpio de tus pensamientos, palabras y obras, cada día, cual si fuera el último de tu vida.
-Pasa el día como si fuera el último de tu vida, para que el Señor esté a tu lado.
-Reconoce tu miseria. Reconoce la infinita bondad de Dios. Ten esperanza firme. Confía en su amor.
-Huye de las honras, confía en el Señor, sobre todo en las cosas superiores a tus fuerzas.
Sobre la Prudencia y justicia:
-No seas como el siervo a quien el Señor perdonó una gran deuda y luego él no quería perdonar otra pequeña a su compañero.
-No sean baldías en ti las gracias y favores del Señor. Procura al contrario, que de hoy en adelante no se pierda ninguna. Hoy procura no juzgar ni criticar a nadie.
-Pide al Espíritu Santo luz para discernir en todas las cosas lo verdadero de lo falso y lo imaginario de lo real. Y fuerza de voluntad para seguir el camino recto.
-Serás juzgado con arreglo al conocimiento que tienes de las cosas.
-Piensa en los favores generales y especiales que te ha hecho Dios y procura agradecer y cumplir los deberes correlativos.
-No hallarás a Jesús si no lo buscas con pureza de intenciones. No juzgar ni criticar destempladamente.
-No juzgues a los demás: júzgate a ti mismo.
Y para no ser excesivamente largo, entre las muchas anotaciones que tiene, finalizaré con lo que tenía anotado sobre la Virgen María:
-Desconfía de ti. Guárdate y confía en Nuestra Señora.
-Propósito: eleva el corazón cada hora y saluda a la Santísima Virgen con un Ave María pidiéndole te libre de pecar.
-Está en tu mano la dicha de la paz interior.
Y así podríamos ir señalando sus muchos pensamientos anotados, y sus propósitos de practicar todas las virtudes de los que solo he puesto algunas.
Se pueden hacer muchas cosas, y son muchos los empresarios, autónomos, profesionales de carreras universitarias u oficios, etc., pero hay que considerar las cosas por qué se hacen. Los resultados pueden ser similares, pero el valor del trabajo bien hecho por amor a Dios es diferente del realizado pensando solo en la productividad en donde el prójimo es un número y es tratado como tal. Por esa actitud sobrenatural de don José, fue muy grande su prestigio ante sus enfermeras, auxiliares, empleados, enfermas y los familiares de estas que hizo fuera defendido y salvada su vida, en aquellos días de revuelta, por algunos ante sus compañeros de fechorías y odio a la religión. Gozaba de gran reputación entre las autoridades civiles y religiosas, pues la continuidad del bien en todos los ambientes hace que una vida sencilla en el trabajo se convierta en heroísmo, teniendo su fundamento en la gracia de Dios que hace se realicen con sencillez lo que pertenece al nivel sobrenatural que potencia los dones naturales, de forma que solo se descubre posteriormente para que sea una acción de Dios y no se valore como mérito personal y conduzca a la vanidad.
Bien sabemos que cuando comemos metabolizamos los alimentos y los transformamos en nosotros si están en condiciones, pues si no lo están, perjudican nuestra salud; pero cuando comulgamos recibimos al Señor, y el proceso es diferente, pues Él es mayor que nosotros, Él no nos asimila y fortalece, sino que nos va transmutando en Él si vamos con la debida preparación, pues en caso contrario, dado que la Eucaristía es la actualización de la Pasión de manera incruenta y su resurrección, al recibirlo estando en pecado mortal, actualizamos aquella crucifixión, y como nos dice san Pablo: “pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo” (1Cor 11,29). Por esto, don José que recibía la Comunión con gran devoción y no por rutina, asimilaba la riqueza del Corazón del Señor reflejando sus sentimientos de darse a todos y detectar las necesidades que a otros se nos pasan desapercibidas. Su vida fue el sarmiento que está unido a la Vid.
or todo esto, la figura de don José Gálvez cada vez va teniendo mayor realce, y es un ejemplo para nuestro tiempo de indiferentismo en el que se pretende lograr el bien a fuerza del rechazo de todo bien y se ataca la virtud como si fuera algo retrógrado, de siglos pasados o de políticas diferentes que no deben practicarse en este siglo XXI, como si ahora no estuviéramos dañados por el maligno como en todos los siglos anteriores y desde que Adán y Eva quisieron ser como Dios. Don José es un ejemplo para los médicos, los alcaldes, los directores de centros de enseñanza o de asistencia, los adoradores y si hubiera muchos seglares haciendo las cosas con el espíritu forjado por el amor a Dios, el mundo y la sociedad sería muy diferente y el bien reinaría en la humanidad.
Providencial es que el 19 de marzo de este año, solemnidad de san José, el papa Francisco haya promulgado la Exhortación Apostólica “Gaudete et exsultate” en donde trata de la santidad y tomando cita del Vaticano II, nos dice: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre» (Lumen gentium 11).
La Asociación Probeatificación de Don José Gálvez Ginachero, como ya se ha mencionado, ha recopilado abundante documentación y notas personales que reflejan todas las virtudes de su vida. Es de gran satisfacción para todos, y en especial para sus nietos, que el 16 de junio, pasado, el Excmº Sr. Obispo de Málaga Mons. Jesús Catalá Ibáñez presidiera la “Clausura de la fase diocesana de la Causa de Beatificación” del siervo de Dios José Gálvez Ginachero en el Santuario de Santa María de la Victoria, por lo que toda la documentación, ya firmada y lacrada, está Roma. Y el 20 de febrero último, ha tenido lugar en Roma, en la sede de la Congregación para las Causas de los Santos, la apertura canónica de las actas de la Causa del siervo de Dios.
Su vida sencilla de trabajo sin descanso, esperamos sea considerada como vida heroica y, si es la voluntad de Dios, conceda la realización de algún milagro por su mediación para que podamos verlo elevado entre el número de los beatos y santos en beneficio nuestro, pues para él es totalmente accidental ya que su gozo es vivir eternamente en la presencia de Dios. Estado pletórico que a nosotros nos es imposible comprender lo que sea esa felicidad que nos trasciende.
Tenemos, también, la satisfacción de estar en revisión una persona cuyo testimonio y documentación médica fue recogida durante la instrucción. Asimismo hay información sobre otro posible caso, que si se confirmaran serían motivos para que se acelerara su beatificación.
Bendito sea Dios que nos presenta ejemplos de vida santa de seglares, y a los adoradores, para que nosotros hagamos otro tanto. Demos gracias a Dios y nos bendiga a todos y sigamos las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia; y queramos, si no ser santos, queramos querer ser santos. Muchas gracias.
( Conferencia de D. Sebastián Rivas Briales.
Málaga, 12 de abril de 2018)